Cerrando heridas

Hace algunos dias pensaba escribir algunos post referentes a episodios de mi vida.
Episodios viversos, recientes y pasados.
Hoy me inspira por varias razones, escribir un poco, y con mucho respeto, sobre mi ex pareja, Marcela.

Ella es un persona sensible, directa, laboriosa y de muy buen corazon.
Durante el tiempo que vivimos juntos aprendi muchas cosas con ella.
Alcanzamos a vivir la dicha de ver a dos hermosos cachorros crecer y desarrollarse.
Vivimos tambien el dolor de la muerte cercana, del abandono y el abuso, encubierto bajo el manto del tiempo y el olvido. Ella sufrio mucho cuando chica, y muchas de sus actuales actitudes, tienen en esa epoca su respuesta. Gran dato a la hora de educar y criar a nuestros hijos...

Entre nosotros no siempre las cosas funcionaron bien.
Habian criterios distintos en muchos aspectos importantes de la vida, y eso, entre otras cosas, fue separandonos y enfriandonos...
Marcela es una profesional. Yo siempre quice que ella aprovechara su carrera, y se desarrollara como persona. Los hijos y las circunstacias siempre decian otra cosa.

Siempre he alabado su espiritu desinteresado, su altruismo y caridad.
Se que en sus hijos a encontrado un refugio seguro y un pozo insondable de amor y grandes satisfacciones.

Nuestra ruptura matrimonial se veia venir desde hace ya varios años.
Al contrario de lo que algunos siempre pensaron, no fue por causa de My Love, por quien me separe.
Las cosas venian de bajada ya hace tiempo, y era solo cuestion de desicion...el cuando y el como.
Sea como sea, esta separacion tomo a muchos por sorpresa. Parientes y amigos, algunos tomaron partido por uno u otro lado, polarizando una situacion que siempre fue privada e intima.
Hay amigos que asi se desaparecieron, o tomaron posturas extremas. Fue todo un caos.
Luego de varios meses de caotica vida, todo tomo un rumbo distinto, mas humano y mas civilizado. Nos hacia falta. A todos.
Hoy las cosas marchan de mejor manera. Conversamos las cosas y tomamos desiciones en conjunto.
Esta semana las cartas jugaron en favor de ella, y al fin pudo encontrar un trabajo digno y a su nivel, como Jefa de Turno en un Hotel.
Como siempre lo he hecho, le deseo lo mejor, ahora y siempre.
Me quedo con lo mejor que pude conocer de ella, con los momentos hermosos y el regalo de esos hijos maravillosos...

Suerte Marcela, de todo corazon...