Un agitado dia...

El de ayer fue un dia agitado.

Me desperte con un optimismo renovado, exhalando alegria y sonrisas.

Tenia claro que seria una jornada distinta, me habia programado para hacer varias actividades, pero el tiempo dispuso otra cosa, y bien valio la pena el esfuerzo y la dedicacion.

Sali de casa a eso de las 11:30, mi destino era la casa de Marcial. A el no lo conocia, solo a su familia, su hermosa y dedicada familia. El sol acariciaba con sus amarillos rayos cuando me baje del bus y enfile mis pasos hacia su casa.

Alli estaba Lidia, su esposa, ajetreteada limpìando y manteniendo tod en orden. Se sorprendio un poco al verme, mi visita no estaba programada, al menos no con ella...

Me invito a pasar. Aspire el aire de aquella humilde pero hermosa casa. Tomamos asiento y empezamos a hablar.

Con Cristian habiamos quedado en juntarnos esta semana, yo pondria el dia, y el lugar elegido fue la casa de Marcial. Lidia me puso al tanto de la mejoria de Marcial, ya estaba sin dolores, empezo a comer por si mismo, sin sonda, su animo habia mejorado notablemente..., algo que hace un par semanas era impensado.

La conversacion giro en diversos temas, hasta que alguien toco a la puerta. Despues de los saludos a Lidia, entro un hombre alto y sonriente, llevaba un sombrero tipo vaquero, barba y lentes, "tu eres Cristian..., yo soy Ariel".

Como si nos conocieramos de toda la vida, ( quien podria ahora dudarlo... ), nos saludamos efusivamente. Luego vinieron horas de intensa conversacion y conocimiento, donde intercambiamos informacion y puntos de vista, donde me conto de su vida y su maravillosa odisea por este mundo, su Karma y sus dones de sanidad.

Despues pasamos a ver a Marcial, me presente , una sonrisa broto instantanea en el aire. Alli estabamos tres personas que hace un par de semanas, no tenian nada en comun, ni se conocian, ni sabian el uno del otro. Fue algo magico ese momento, irrepetible, senti una profunda satisfaccion , a la vez que humildad por ser participe de este encuentro.

Luego vino la terapia, la cual vivencie con absoluto respeto y silencio. No entrare en detalles, pero una poderosa energia inundo el lugar en ese momento. Cristian trabajaba en absoluta concentracion, Marcial se entregaba y recibia esa energia viva que obraba sanidad en su cuerpo, yo observaba y captaba atento, y aportaba mi deseo y fervor para que todo resultara bien.

Terminada la terapia Marcial lucia distinto.

Una franca sonrisa y un fuerte y agradecido apreton de manos sello el encuentro.

Algunas recomendaciones finales, y Lidia, contenta y feliz, nos despide en la puerta de su casa.

Subimos al bus y seguimos por otro rato conversando animadamente.

Nos conociamos, solo que debiamos esperar el momento preciso para reunirnos y actuar.

Una calida sonrisa y una despedida momentanea.

Me bajo del bus y empiezo a recorrer las calles del centro de Santiago.

Que distintas estan las cosas. Entro en una oficina de Chilexpress y escribo un sobre que necesito despachar. Los minutos vuelan y aun me quedan cosas por hacer. Salgo, respiro hondo y camino por entre la gente y el ruido circundante. Es un dia agitado, mas aun porque mi mente esta en otros lugares, conociendo otros estadios del tiempo y el alma.....