La Pequeña catarsis Gigante...

No se puede catalogar de niguna otra manera. El fabuloso espectaculo que brinda la compañia Royal De Luxe en las calles de nuestra ciudad es simplemente fantastico, magico, ludico...

Yo no me queria perder por ningun motivo el paso de esta hermosa muñeca articulada, y menos queria que mis cachorros lo hicieran.

Ayer sabado por la tarde nos preparamos para la ocasion y partimos en su busca, freneticamente...

Las calles del centro de Santiago estaban trastornadas, el transito suspendido y una marea de gente que iba y venia sin parar, que todo lo llenaba y todo lo invadia, calles, aceras, entradas de edificios, balcones, azoteas..., todo.

En medio de todo ese gentio llegamos a duras penas a las afueras del Museo de Bellas Artes. Desde lejos ya se sentia en el aire ese sonido misterioso que produce el dormir de la pequeña, similar a grillos cantando...

Y efectivamente, ella se encontraba sentada durmiendo placidamente. El lugar estaba repleto, asi que para que mis pequeñuelos pudieran verla, alternaba en tomarlos en brazos. Sus caritas de asombro me lo decian todo..., y bueno, la mia tambien...

Alrededor la gente grababa en sus camaras y celulares, tomaba miles de fotos y se encaramaba en lo que podia para verla mejor.

Pronto los aplausos se hicieron presentes, cuando llegaron los magicos liliputienses, y entre vitores, gritos y algarabia, mas una musica que te transportaba a otro mundo, la bella muñeca abrio sus ojos y desperto...

No puedo describir con exactitud ese momento...pero fue totalmente emocionante...

Con indicaciones en frances, los liliputienses levantaron al fin a la pequeña, quien dio algunos pasos mientras salia del letargo y el calor que a esa hora azotaba con fuerza nuestras cabezas.

Un par de pasos mas y cumplio con el ritual de orinar, algo que no deja a nadie indiferente, risas, asombro y algo de pudor inundo el aire.

Despues, se desato la fiesta. Avanzando lenta pero decididamente, esta inmensa muñeca partio rumbo al centro, mientras todo alrededor sucumbia ante su paso. Describir eso es titanico, solo puedo decir que ni en el mayor de los recitales, ni en el mas grandes de los partidos de futbol he visto mayor entusiasmo y sana entretencion. Todos fuimos presa de esa sensacion de ver algo unico e irrepetible, algo que desde la ventana del alma, fue una de las mayores catarsis colectivas, superior con creces a las fotos de Tunnick, y mayor en creacion, devocion y proyeccion del arte callejero.

Nuestros pasos se dirigieron entonces en procesion por las calles hacia el centro.

Buscando un poco de aire mas fresco, elegi las alternativas menos congestionadas.

Llegamos asi hasta la esquina nor-poniente de Plaza de Armas. Alli otro contingente esperaba espectante, pronto la caravana llego, con la pequeña sorbiendo una roja paleta de helado, para delicia de los que la veiamos.

De ahi, a calle Morande.

Tras una espera mas prolongada, al fin el sonido de la banda que la precede nos anuncion que se aproximaba. Y nuevamente fue todo gritos y algarabia.

Esta vez estabamos en posicion de privilegio, a orillas de la calle, asi que su paso seria por frente a nuestros asombrados rostros...

Y alli estaba nuevamente, montada en su auto blanco, imperterrita, radiante a pesar del calor y el recorrido, imponente, bella, inocente, ludica...

Paso a un metro de distancia y dejo huellas imborrables en todos nosotros.

No sabria decir quienes exactamente gozaban mas, si los cientos de niños que habian alli, o los otros cientos de adultos que mirabamos boquiabiertos...

Los liliputienses se daban un pequeño descanso, comian empanadas y bebian vino tinto, mientras la banda de cinco musicos atras regalaba al aire de esa calurosa tarde sus acordes mas preciosos y misticos...

La pequeña llego sana y salva a Plaza de la Constitucion.

Hoy atrapo al fin a ese furioso rinoceronte que tantos destrozos y panico causo en las calles capitalinas, su despedida sera apoteosica sin duda, y dejara marcados por siempre los corazones de miles y miles de niños...y ex-niños...que tuvieron el honor y el privilegio de estar antecediendo su paso...