miércoles, enero 03, 2007

Angel



Eran pasadas las 22:30.

Yo estaba finalizando algunas labores domesticas. Mis cachorros me esperaban en el dormitorio pues veriamos juntos un dvd.

Skeeper estaba en el patio, y lo senti ladrar, por la hora sabia que era Marcela quien llegaba, asi que no me llamo la atencion.

A los pocos instantes la vi entrar, con Skeeper en brazos y aun ladrando..., y tras ella una niña joven, de no mas de 17 o 18 años, llorando y con una bebe de meses en los brazos...

Me saludaron con cara compungida y pasaron derecho a mi dormitorio. Yo estaba confundido y no sabia que estaba pasando, ni menos quien era esta niña con la guagua.

Sali al patio y afuera estaba un coche de paseo, azul, con su colcha y algunos articulos propios, bolso y juguetitos.

No habia nadie mas...

Volvi a entrar a la casa.

En el dormitorio la niña se habia sentado en mi cama, la bebe estaba acostada, y mis cachorros, que son super guaguateros, le hacian gestos y caricias en el pelo.

Aun seguia sin entender nada. Marcela corria de un lado a otro y le ofrecia agua o algo para beber, y le preguntaba si necesitaba algo mas para mudar a la bebe.

La niña estaba en silencio y solo lloraba...

Yo con la mirada le preguntaba a Marcela que estaba pasando, hasta que se aparto un poco y me conto que cuando venia rumbo a casa, se encontro en el camino a esta niña, que venia por la calle sin rumbo fijo, llorando a mares...

Venia al parecer de casa de su pareja, y por algun motivo desconocido, habian peleado fuertemente, lo que motivo la salida de esta niña.

Vagaba sin destino cuando la encontro Marcela.

La bebe al fin se calmo, le cambiaron ropita, le pusieron talco y colonia y nos regalo unas hermosas sonrisas y muchos gestos de amor...

No pude evitar derretirme ante su mirada profunda, me tomo los dedos y los apreto con fuerza, mientras musitaba sonidos de complacencia.

La escena no podia ser mas surreal. Todos en mi cama, rodeando a esta pareja de desconocidas, como si se tratara del mas cotidiano de los actos...

Empezamos a decirle que haria ahora, donde se iria, con quien, etc.

Y nos dijo que iria a casa de sus papas, todo entre llantos y lagrimas que te descomponian el corazon.

No se veia una chica pobre, ni necesitada, al menos no de cosas fisicas, mas bien muy solitaria y carente de afecto y amor..., al parecer su unico gran tesoro yacia alli, en mi cama y era esa hermosa niña de tan solo meses, llamada Antonella...

Vimos que la niña no presentara ningun problema, le tomamos la temperatura, vimos que no tuviera hambre y salimos a dejarla al bus, rumbo a casa de sus padres.

La niña en la calle seguia llorando, y nos agradecia infinitamente lo que habiamos hecho por ella, la subimos al bus y nos dejo entre un mar de lagrimas y miradas de gratitud...

Hay veces en las que a tu puerta golpea un Angel, o llega volando como anoche, a nosotros nos pasa cada cierto tiempo, y nos deja con una sensacion muy especial, una sensacion de paz y tambien de cierta inquietud.

Cuando alguien desconocido toca a tu puerta, no siempre es gente mala, tambien hay sorpresas como las que anoche vivimos, y solo se necesita un poco de amor para ayudar en lo minimo a quien lo necesita. La vida se encarga de devolverte la mano...

1 Comments:

Blogger Margarita said...

A veces pasan cosas que no te explicas fácilmente. A mi nunca me ha pasado algo similar, soy muy desconfiada con los desconocidos...me imagino que en aquella selva de cemento deben de haber muchas chiquillas como ella, tratando de encontrar una luz que las guíe. Uds fueron algo parecido a eso, al menos le dieron el empujoncito que necesitaba para marcharse a casa...

1:46 p. m.  

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