Cuento corto

Anoche llegue exhausto del Club. Solo queria dormir y descansar.

Sin embargo, por alguna extraña razon, poco antes de medianoche mi sueño se esfumo en el aire tibio de esta Primavera extraña y antojadiza.

Hambre no tenia, un poco de sed que calme con un refresco helado y dulce.

Me puse el pijama y me acoste sobre la cama, intente poner la tele, pero en la habitacion de al lado ya todos dormian y roncaban, asi que desisti de esa idea.

Mejor busque algo de musica. Encendi el dvd y me puse los fonos, apague la luz y en completa obscuridad me dedique a soñar.

Pronto me habitue a esa obscuridad que de niño me asombraba y me hacia ver fantasmagoricas figuras en el techo de madera de mi pieza. La musica frenetica me llevo a otros tiempos, y pronto ya estaba acompañado de viejos amigos y amigas, recorde fiestas de adolescencia, carretes sin fin seguramente vividos en noches como esta.

Un tema me hizo acordar de mi primera polola, ella se llamaba Ximena, y fue alguien que marco profundamente mi vida. Imagino que asi ocurre con ese primer y candido amor.

Me vi con ella de la mano recorriendo los pasillos de su colegio, o trabajando codo a codo en el Museo de Historia Natural, ahi en Quinta Normal, lugar donde la conoci y en donde nacieron muchas y muy bellas historias de amor.

En primavera conseguiamos la autorizacion del Museo para hacer una gran fiesta en el Pabellon Claudio Gay. Siempre me considere un buen organizador, estuve presente en todas y cada una de las actividades que el Museo organizaba, charlas, presentaciones, Feria Cientifica Juvenil, etc.

La musica en mis oidos les hizo llegar a todos a mi mente.

Un ruido de pronto me desconcentro, y del desconcierto pase al miedo cuando senti y vi una figura cruzar ante mi...

Un salto en la cama y quede paralizado..., era Skeeper, que subia a mi lado y me llenaba de languetazos y abrazos..., encendi la luz...las 2 y media de la mañana.

No puedes dormir tampoco?, le pregunte...m, veamos que podemos hacer. Deje los fonos de lado y me levante. Skeeper a mis talones. Tienes hambre?, le pregunte, veamos que podemos comer, a lo mejor con eso conciliamos el sueño.

Luego de media hora mas en pie, salimos juntos al patio. Las estrellas refulgian en el cielo negro, el viento suave y calido mecia las copas de los arboles, apaciblemente.

Entramos y deje de lado la musica. Me dedique como raton de biblioteca a buscar viejas fotos...donde esta ese album?...mmm, Aqui!!!, eureka!!!!...

Alli estan aun mis amigos, y ella Ximena, en su uniforme de colegio, el pelo al viento y la sonrisa coqueta.

Asi estuve hasta las 4 de la mañana. Skeeper dormitaba echado encima de mis pantuflas.

Despues deje todo en orden y volvi a mi cama, la abri y me meti entre las sabanas.

Skeeper a mi lado, me miraba sin aun entender.

No puedo dormir pequeño, pero tu si puedes, intentalo!!!.

Apague la luz y cerre los ojos. Nada. Una vueltecita. Nada. Otra vueltecita, nada.

Me volvi a levantar. Saque el libro de Oriana Fallaci que estoy leyendo y me sente en la cama. Skeeper con insomnio, pero fiel, siempre fiel, a mi lado.

Las 5 y media. Pronto amanecera Skeeper. Es hermoso el amanecer, el cielo se llena de colores y presencias como un parto de la naturaleza. Pero claro, tu solo ves en blanco y negro, y no creo que aprecies ni te interese ese tipo de cosas...o si?!?!?!.

Deje el libro y apague la luz.

Las 6 de la mañana. De pronto al darme vuelta, encontre el motivo de mi falta de sueño, helo ahi!!!!, debajo de la almohada estaba el objeto de mis desvelos, ese a veces tan necesario objeto, a veces tan irritante, el celular...

Cuento corto, apague el aparato y lo meti en el velador. Santo remedio. Me di media vuelta y alcance a divizar a Skeeper dandose un par de acomodos sobre mis pantuflas, para despues quedarse dormido profundamente...