martes, noviembre 14, 2006

Una de Rugby!!!


Este fin de semana el Country estuvo lleno de actividades deportivas, pero esta del domingo, fue memorable. Se reunieron distintas generaciones en un encuentro deportivo emotivo y no excento para nosotros de control riguroso y alguno que otro chascarro. Los homenajes fueron para las viejas glorias del Rugby, quienes se lucieron en un encuentro marcado por la pasion y la fuerza de aquellos que aun mantienen viva la llama de un deporte que los apasiona y les infunde vida...
Conocimos en vivo y en directo a esas glorias, mas otros "ilustres" que llegaron y nos saludaron con absoluta cortesia y amabilidad, como el Senador Andres Allamand, y su hijo que jugo en la seleccion 21.
Por nuestro lado, todo impecable, una recepcion acorde con las circunstancias y el evento.
Ademas de risas y distendido y grato ambiente.
El Mercurio se refirio en estos terminos a esa jornada deportiva...:
"Los años, las canas y los kilos de más que se lucían en la cancha principal del Country Club eran un reflejo ineludible del paso del tiempo en los cuerpos de los rugbistas de la selección chilena de "todos los tiempos".
Pero hay cosas que no cambian pese al inexorable andar del reloj.
Una es la pasión.
Esa que reflejaba Francisco Planella mientras un jugador de la selección M-21 lo tackleaba intentando derribarlo: "No me vai a poder botar, compadre", gritaba el fly, causando las risas de todos los que alcanzaron a oírlo.
O la de quienes viajaron desde afuera de Santiago la noche del sábado para simplemente jugar. Como antes. Como siempre.
En la cancha estuvieron Andrés Gardulski, Germán Moreno, Fernando Jugo, Eduardo Schonhaut, Sebastián García, José Adriazola, Alfonso Escobar, Ernesto Sirner, Tomás Bengoa, Edmundo Olfos, Francisco Gurruchaga, Alastair MacGregor, Claudio Cabrera, Pablo Demaría, Nicolás Arancibia, Francisco Planella, José Gili, Andrés Allamand, Enrique Roselló, Alan Cooper y Andrés Carrasco.
Ian Campbell también estaba.
A sus bien llevados 78 años, se vistió de corto para recibir la ovación de los espectadores.
Tras unos breves minutos de juego salió, se cambió, se vistió de civil, guardó su uniforme en una bolsa de supermercado y observó desde el costado.
"Es un momento muy bonito. Los jugadores que están acá son históricos, salvo yo, que soy prehistórico", dice riendo.
Y explica: "Sólo uno de los que está en la cancha, Schonhaut, había nacido cuando yo debuté en Primera, en 1943".
El encuentro fue poco amistoso al principio.
Los juveniles se tomaron en serio el asunto y se fueron al descanso ganando 35-14.
Pero la fiesta era de los veteranos.
Así lo entendía el público, que aplaudía cada esfuerzo del equipo de todos los tiempos.
Y también lo entendieron los rivales, que aflojaron un poco y no impusieron la diferencia física entre las escuadras.
Porque el talento de muchos permanecía intacto, lo que quedó demostrado con el marcador final: 49 a 42 para las leyendas, que alzaron los brazos felices y agradecidos.
Aunque haya sido sólo por un rato, volvieron a sentirse como en sus mejores años."